Se sabe que la HD se produce por exposición de la dentina al medio externo, normalmente por un desgaste del esmalte o por retracción de las encías. Esta exposición de los túbulos dentinarios favorecería que los estímulos pudieran provocar una reacción en la pulpa que se transformaría en el dolor.
Sin embargo, aún no está exactamente descrito como los distintos estímulos pueden llegar a excitar las fibras nerviosas y que éstas produzcan la señal dolorosa.
La explicación más aceptada para describir el mecanismo fisiológico de la HD es la teoría hidrodinámica formulada por Brannstrom y colaboradores. Según esta teoría, los estímulos externos (frío, calor, presión, etc.) producen alteraciones en los fluidos que se encuentran dentro de los túbulos dentinarios. Estos fluidos están en contacto con el medio oral (tapados por el esmalte en condiciones de salud) y con la pulpa. Las alteraciones en estos fluidos estimularían unos barorreceptores en la pulpa, lo que conduciría a la descarga nerviosa que produce la sensación dolorosa.
Dado que la HD se produce principalmente por exposición de túbulos dentinarios y a la reacción de las fibras nerviosas de la pulpa, el tratamiento consiste fundamentalmente en aplicar, mediante productos de higiene bucal (pastas dentífricas y colutorios) soluciones que actúen en dos niveles:
· Acción química: las sales de potasio actúan despolarizando las fibras nerviosas, lo que produce una menor conducción nerviosa y por tanto, reducción del dolor. Es una acción progresiva. La sal de
potasio más conocida es el nitrato potásico, aunque existen otras como cloruro potásico o citrato potásico.
· Acción mecánica: existen determinados activos que favorecen la oclusión de los túbulos dentinarios, como la hidroxiapatita, que forma una capa protectora que ocluye parcial o totalmente los túbulos dentinarios, disminuyendo así la HD. Es una acción más inmediata. Otros ingredientes como el flúor ayudan a remineralizar el esmalte y la dentina expuesta.
Además, es necesario implementar una serie de medidas correctoras, como utilizar cepillos con filamentos redondeados y de calidad, pastas dentífricas no abrasivas, evitar los ácidos (ya que favorecen la erosión del esmalte) y tratar, en los casos que sea necesario. Se aconseja siempre una visita al dentista para realizar el diagnóstico y el plan de tratamiento necesario.